Me
gustaría crear la primera entrada de ésta sección contandoos una
notícia acerca de una costumbre, o mas bien, bajo mi punto de vista,
una limitación económica, que existe entre la población masculina
italiana comprendida entre los 18 y 30 años.
Resulta,
que uno de los ministros del país, expuso una idea sobre ésta
población, la cual, continua viviendo en casa de sus padres a edades
en las que, según éste ministro, ya deberían estar independizados.
Para
ésta costumbre, o como ya lo he dicho anteriormente, limitación
económica, existe un término italiano denominado “Mammoni”, que
podría traducirse como la tendencia a permanecer bajo los
privilegios de estar cuidado por una madre hasta edades en las que
éstos cuidados ya no son necesarios.
Dicho
ministro, dijo que la solución para erradicar ésta “manía”
reside en la expulsión inmediata de los hijos una vez cumplida la
mayoría de edad, es decir, los 18 años.
Está
claro que si ese hombre podía tocar techo en algún momento de su
carrera, lo había hecho con éstas observaciones.
Lógicamente,
la reacción de la gente fue totalmente contraria a los que esperaba
éste hombre.
Desconozco
cuales fueron los argumentos en los que basaba sus medidas, pero sea
como fuere, ésta claro que hablaba bajo la tranquilidad que le da su
puesto de ministro.
Cualquier
familia común de la actual sociedad, llega a fin de mes con mas pena
que gloria. Basándonos en que, a día de hoy, no hay trabajo para
demasiadas personas, ¿Como pretende ésta persona que un hombre, o
una mujer, se independice sin tener trabajo?
Es
mas, éste hombre habla de echar a tu hijo de casa y esperar que así
sienta la presión de la pobreza para que se ponga a buscar trabajo.
Eso,
seguramente, lo dice porque su hijo no tiene que sufrir esa
situación, dado que él es ministro y puede procurarle una buena
posición.
Sin
duda, debe vivir en una especie de burbuja que él mismo se habrá
construido, porque no ha visto que la situación de la que habla, es
una situación a nivel internacional. Muchos jóvenes viven en casa
de sus padres en todas las ciudades del mundo, y lo harán porque no
tienen dinero suficiente para mantenerse solos, porque tienen que
encargarse de ocupar el lugar que haya dejado otra persona, o porque
si, digamoslo, estan demasiado apegados a su madre, o a su padre,
pero eso no es un delito, ni una vergüenza.
Sinceramente,
espero que nunca se lleve a cabo dicha propuesta, porque sin duda
sería el comienzo de una serie de locuras hechas realidad, y un
descontrol absoluto sobre los derechos que deben tener las
personas...
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